PROPIEDADES DEL SUELO
El suelo es un
sistema dinámico conformado por cuatro componentes básicos, materia mineral,
materia orgánica (que incluye materia orgánica en diferentes grados de
descomposición y microorganismos), agua y gases en proporciones tales que
permitan el desarrollo de las plantas superiores
Los suelos difieren
entre sí por sus propiedades físicas, químicas y biológicas. Las propiedades
físicas más importantes son su textura, densidad aparente y estructura. Las propiedades físicas del suelo definen la capacidad de infiltración
y almacenamiento de agua y contribuyen a definir su erodabilidad y capacidad de
uso.
Las propiedades
químicas más importantes son la capacidad de intercambio catiónico, el grado de
acidez o alcalinidad y la concentración de sales en el perfil. Las propiedades
químicas de los suelos están, sobre todo, asociadas con su capacidad de uso con
fines agrícolas.
Por último, las
propiedades biológicas están asociadas a la presencia de materia orgánica y de
formas de vida animal, tales como microorganismos, lombrices e insectos.
Contribuyen a definir su capacidad de uso y su erodabilidad.
Los cambios en
estas propiedades generados por cualquier intervención del proyecto pueden
ocasionar impactos negativos in situ o aguas abajo del sitio de intervención.
Así por ejemplo, el uso intensivo de maquinaria agrícola puede conducir a la
pérdida de estructura de los suelos (por compactación) y, consecuentemente, a
la reducción de su capacidad de infiltración. Esto, a su vez, puede contribuir
a incrementar la escorrentia superficial y originar procesos
erosivos lineales (cárcavas, zanjas o fosos).
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